By: Cindy Valdelamar

Los logros más grandes de un niño son posibles a través del juego, logros que mañana se convertirán en su nivel básico de acción real.

-Lev Vygotsky

Voces agudas, caminatas enérgicas por el aula, baile, risas y una disposición intrínseca para jugar. Enseñar un idioma extranjero a niños y jóvenes difiere ampliamente de enseñar a adultos o a estudiantes en cualquier otra etapa de la vida. De hecho, puede ser una de las experiencias más desafiantes y gratificantes del mundo.

 

¿Por qué enseñar a niños y jóvenes es diferente?

Tanto niños como jóvenes son extremadamente curiosos e inquisitivos. Aprenden a través del ejemplo, la asociación y el juego (que adoran). Aprenden de la imitación, creando, participando en actividades prácticas y cometiendo errores. No tienen miedo de intentar y hacer; son abiertos, activos y sumamente creativos.

Por lo tanto, comprender la etapa de desarrollo cognitivo durante los primeros años es fundamental para diseñar estrategias de aprendizaje de idiomas. Este concepto ha sido investigado y documentado por un rango conocido de autores a través de los años (Piaget, 1952; Guerrero, 2007; Walsh y Hodge, 2016). En resumen, el aprendizaje durante las primeras etapas de la vida debe ser:

  • Divertido en lugar de repetitivo: la presentación de los conceptos debe ser atractiva y coherente. Conectando actividades que van de lo más fácil a lo más complejo, construyendo el conocimiento de manera gradual.
  • Práctico en lugar de centrado en el profesor: cuanto más se les pide a los estudiantes que participen, más enriquecedora se vuelve la experiencia.
  • Fomentar habilidades socioemocionales: durante las primeras etapas de vida, tanto niños como jóvenes comienzan a regularse a sí mismos, aprenden a expresar lo que les gusta, lo que no, y construyen una perspectiva de sí mismos y del mundo que les rodea. Aprender un idioma, puede ser una oportunidad para abordar las emociones positivas y negativas y cómo los estudiantes en estas etapas les dan sentido.
  • Una experiencia: durante las primeras etapas de la vida, el cerebro aprende a sentir, reír y experimentar. Enseñar al cerebro implica enseñar primero nuestros cinco sentidos.
  • Inclusivo: Cada estudiante tiene un estilo diferente cuando se trata de aprender. Es necesario permitirles avanzar a su propio ritmo. Considerar los diferentes estilos de aprendizaje en un entorno libre de presiones hará que el aprendizaje de idiomas sea fructífero.

Tareas atractivas: ¡Clase feliz!

En este punto, cualquier aprendizaje implica ir más allá del alcance del currículo. Los profesores ayudan a los estudiantes a regular su comportamiento, desarrollar habilidades socioemocionales, lidiar con su corto foco atencional y aprender a pasar de formas concretas de pensar a pensamiento de tipo abstracto.  

Las estrategias que utilizamos para enseñar deben ser lo suficientemente activas como para mantener a todos los estudiantes comprometidos y motivados. Al mismo tiempo, deben considerar su etapa de desarrollo. ¡Nada es más desalentador que una clase llena de estudiantes desmotivados! ¿Has estado en esa situación? La próxima vez que te acerques a una clase de niños o jóvenes, considera que hay algo presente en cada uno de ellos:

  • Una perspectiva mágica del mundo: los estudiantes aportan su imaginación al mundo real. Es sorprendente verlos jugar y actuar como personajes de sus programas de televisión o películas favoritas. De hecho, es posible que te sorprendas por la cantidad de conversaciones que los profesores tienen a diario con sus estudiantes sobre la última película que vieron o lo que su personaje favorito está pasando. El uso de materiales auténticos, como películas, en clase puede llevar el aprendizaje del idioma al siguiente nivel.
  • Amor por las canciones pegajosas: la música es vital para infundir entusiasmo en una clase de idiomas. Lo que aprendemos a través de la música a menudo se recuerda más fácilmente que lo que aprendemos mediante instrucción directa.
  • Bailando sin vergüenza: no tengas miedo de animar a tus estudiantes a levantarse, moverse y bailar. El aprendizaje de idiomas debe ser activo y abordar todas las habilidades.
  • Perspectiva imparcial de los demás: aprovecha esta etapa para fomentar la colaboración y la aceptación en la clase; cuanto antes nuestros estudiantes aprendan sobre empatía, mejor.

En resumen, cuanto más temprana la etapa de aprendizaje, menos conocimientos previos tienen nuestros estudiantes. El aula se convierte en el lugar donde exploran, experimentan cosas por primera vez, hablan con otros, cometen errores y, a menudo, dejan de lado la frustración para crecer. Haz que el aprendizaje de idiomas sea atractivo, considera las necesidades de tus estudiantes Y, ¡Diviértete!

Referencias

Guerrero, C. (2007). Aplicaciones del concepto vygotskiano de mediación en el aprendizaje de segundas lenguas. Revista Colombiana de Lingüística Aplicada, Vol. 9, 213-228.

Piaget, J., y Cook, M. (1952). Los orígenes de la inteligencia en los niños (Vol. 8, No. 5, pp. 18-1952). Nueva York: International Universities Press.

Vygotsky, L. (1962). Pensamiento y lenguaje. Nueva York: The MIT Press, Massachusetts Institute of Technology y John Wiley & Sons, Inc.

Walsh, R. L., & Hodge, K. A. (2016). ¿Estamos formulando las preguntas correctas? Un análisis de la investigación sobre el efecto de las preguntas de los maestros en el lenguaje de los niños durante la lectura compartida de libros con niños pequeños. Journal of Early Childhood Literacy, Vol. 18.

 

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